ESTAR EN PAZ

Estar en paz

Por: Salvador Castro Iglesias

Correo electrónico: salcasis@yahoo.com.mx

Estar en paz, una frase que a lo largo de mi vida he escuchado decir, solo estar en paz. ¿Cómo hacerlo en tiempos en que pareciera que estar en paz solo es una frase más, algo que se lee bonito pero que en los hechos y a lo largo de humanidad pareciera falso?. Desde que el ser humano apareció en la faz de la tierra ha estado en guerra constantemente, primero con piedras y palos y al avanzar en la civilización con armas cada día más violentas que definitivamente han ayudado a que la paz sea solo una bonita frase y nada más. Eso de yo quiero que me des lo que es tuyo por las buenas o las malas es un método que funciona, por lo general por las malas y los resultados pueden ser desastrosos, terribles, llevando a la humanidad a destruir todo en aras del poder, de querer tener algo que no es mío pero yo lo quiero te guste o no. La envidia o la necesidad casi siempre es la causante de las guerras, la lucha por el poder, por la falta de materias primas que tu si tienes y yo no es la mecha corta que enciende las hogueras de la envidia. ¿Cómo estar en paz cuando la historia nos demuestra lo contrario?, cuando la realidad se impone y la necesidad hace presa en nosotros la paz definitivamente deja de estar presente. Sentimos el peso de la infelicidad cuando no tenemos tal o cual cosa, olvidando por un momento que desnudos venimos y desnudos nos iremos al más allá o a donde sea que vayamos al morir. En una sociedad plagada de supuestos satisfactores materiales, tener es lo que priva, cosas y más cosas que cuando las tenemos no nos proporcionan esa felicidad, tal vez solo por un momento, pero pasando este necesitamos más cosas y así hasta que terminamos presos del consumismo y tristes o desilusionados por no haber logrado esa felicidad que tanto añoramos. Con el tiempo voy entendiendo que la felicidad la provoca uno, con pequeños actos, con pocas palabras, a veces solo necesito una taza de café por las mañanas cuando escribo para ser feliz, ver dormir en paz a mi compañera Irma, saber sanas y felices a mis hijas, hermanas y seres queridos me da paz, mucha paz. ¿Qué son tiempos difíciles? Claro que sí, las crisis recurrentes en este país, las pandemias que nos obligan a estar recluidos en nuestras casas sin poder convivir con nuestros seres queridos no nos dan mucha paz. Pero sabernos vivos y sanos, con la capacidad de seguir adelante, de re inventarnos, de aprender algo nuevo a pesar del confinamiento es algo que pocas veces valoramos y que debería darnos paz. El ser humano ha sobrevivido a cosas terribles, millones de muertos en guerras estériles, en pandemias, por falta de alimentos, por enfermedades incurables y a pesar de ello, sobrevive y sigue adelante, a veces, muy pocas veces en paz. Estar en paz no solo ayuda a conservar la cordura, obliga a nuestro ser a retomar cosas que antes nos parecían superfluas, a conversar con nosotros mismos, a corregir errores y sobre todo a entender que nada es para siempre y que todo cambia. La paz es algo inherente al ser humano, ya viene incluida en nosotros al nacer, la vamos desarrollando cuando somos criados con amor, con paciencia y cuidados, aprendiendo con el tiempo que al estar en paz es cuando somos creativos, imaginativos y generosos. Hoy estoy en paz, con las restricciones impuestas, con limitaciones económicas y sin poder salir de casa. Estoy en paz porque tengo fe, mucha fe en que todo se acomoda, todo pasa y nada es para siempre. Vivo el día a día pensando, haciendo y actuando hasta donde mis capacidades lo permiten, agradecido con Dios y con la vida por este tiempo vivido, por darme la oportunidad de dejar huella, de saber que mi vida no ha sido en vano ni inútil y que al ser llamado ante la presencia de mi Dios podré contarle que viví en paz, esa paz que les deseo a todos y la paz de sabernos hermanos unidos en las penas y las alegrías. Paz y bien

elmurobcs@hotmail.com'

Author: Californiaenlineabcs

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