LAS AGUAS DE BCS BULLEN CON EL REGRESO DEL GIGANTE AMIGABLE A SU HOGAR

LAS AGUAS DE BCS BULLEN CON EL REGRESO DEL GIGANTE AMIGABLE A SU HOGAR

Por Oigress

Las aguas de los complejos lagunares de Baja California Sur bullen desde el mes de diciembre, tenemos visita, como siempre, puntual a la cita arriba la espectacular y amigable ballena gris con un doble propósito: ha escogido nuestras aguas para parir a su descendencia y luego, hacer lo propio para preservar su especie.

La complicidad que poco a poco se fue fortaleciendo entre este gigantesco cetáceo y los sudcalifornianos se ha traducido en una especie de acuerdo en donde nadie las molesta mientras dura su visita y en contraparte, colaboran para dar a las familias asentadas en las cercanías de los santuarios la oportunidad de aliviar en algo su economía.

Miles de visitantes, locales, nacionales y extranjeros llegan a los principales puntos de arribo ubicados en La Laguna Ojo de Liebre en Guerrero Negro, municipio de Mulegé, Puerto San Carlos y Puerto Adolfo López Mateos en Comondú, lugares preferidos por las características de estas zonas en donde las aguas son cálidas y mansas, aunque su distribución se da a lo largo de toda la península.

La ballena gris lleva a cabo una travesía fascinante para llegar a aguas sudcalifornianas. Desde el mes de diciembre se pueden ver algunas, pero la temporada más fuerte para un avistamiento exitoso del mamífero marino es entre enero y marzo.

La visita a los lugares elegidos por el gigante amigable, es obligada para todo sudcaliforniano, el solo hecho de pensar en adentrarse a su hábitat desata torrentes de adrenalina. Cuando el encuentro visual y mejor aún el contacto físico se da, revienta un cúmulo de alegría, algo indescriptible.

Simplemente no hay palabras para admirar, tan cerca, al enorme animal que pareciera sentir lo mismo y manso, deambula por los alrededores o por debajo de la embarcación, para luego emerger y delicadamente, acercarse para sentir las ávidas manos de quienes tocándolas buscan agradecer este gesto.

El recelo, el miedo que se siente antes de abordar la embarcación desaparece, y de pronto, pareciera que uno quiere salir de ese lugar en donde la inmensidad de la ballena nos hace sentir tan pequeños, pero a la vez tan afortunados por tener la oportunidad de este encuentro que normalmente causa adicción.

El trayecto del mamífero omnipotente; inicia desde las frías costas de Canadá y el Ártico; para llegar a nuestras cálidas lagunas; este año se vivió una experiencia y una noticia jamás documentada en el mundo, ya que se encontraron muertas a ballenas siamesas, unidas por el torso y que pesaban media tonelada .

La llegada de los gigantes marca una tregua en la actividad que normalmente desarrollan las familias de los complejos lagunares de Ojo de Liebre, San Carlos, López Mateos, y Puerto Chale, ya que al llegar la temporada de arribos, los pescadores se convierten en prestadores de servicios turísticos.

Todos llegamos con la idea de tocarlas y acariciarlas; sin embargo, no siempre se corre con esa suerte, aunque son juguetonas e inofensivas, pues no se ha registrado ningún incidente grave ocasionado por el mamífero.

Como toda actividad, la observación de la ballena está regulada con lineamientos y especificaciones para la protección y conservación de la especie y del hábitat, por lo que la PROFEPA implementa operativos de vigilancia para protegerlas y no se les acose.

Ya entrado el mes de marzo, lentamente, retorna la calma, el ajetreo de los tres meses anteriores casi desaparece; llegó la hora, a volver a casa…el camino es largo, más de cinco mil kilómetros, pero ahora, con una doble responsabilidad, proteger a la cría y cuidar el ballenato en embrión que el próximo año, verá y sentirá su primera agua en litorales sudcalifornianos.

Existen diversas opciones para quienes decidan correr esta gran aventura, todas al alcance de nuestro bolsillo. Desde el recorrido en lancha hasta un servicio completo de transporte, paseo y alimentos.

elmurobcs@hotmail.com'

Author: Californiaenlineabcs

Share This Post On
468 ad