COMPARTIR ES LA CLAVE DE LA FELICIDAD: ALEJANDRO ROJAS
* Más que un profesionista, político o filántropo es un hombre de Fe que cree en Dios y ha visto y vivido milagros
Forjado en la cultura del esfuerzo, desde los cinco años Alejandro Rojas Tirado quedó a cargo de su abuela; a los siete se subió a cantar en los camiones para contribuir a la manutención de sus hermanas Nancy, Adriana, Jazmín, así como para ayudar a su abuela Julia Murillo de Rojas, quien era una mujer llena de sabiduría que le dio grandes lecciones de vida y le inculcó los valores necesarios para salir adelante, pese a las situaciones adversas en las que le tocó vivir en esos primeros años de su existencia.
En entrevista en el programa radiofónico “Conversando Con..” que se transmite a través de la Radio de Sudcalifornia cuya frecuencia llega a los cinco municipios de la entidad, así como en las redes sociales en el sitio California en línea. Rojas le comentó sobre el largo camino que ha tenido que recorrer para convertirse en un empresario de éxito, pero sobre todo en un luchador social y político cuyo oficio le ha colocado como vocero de la candidata de Claudia Sheinbaum, quien según los diversos sondeos de opinión será la primera mujer presidente de México.
Recuerda que a los once años por iniciativa propia y sin recurrir a ningún “coyote”, logró pasar de mojado por Calexico a Estados Unidos. Después de trabajar doce años en la unión americana fundó el grupo Águila Mexicana que tenía el objetivo de defender los derechos de los migrantes.
Comentó que vivió sus primeros años de infancia en la colonia Jesús García Corona en Mazatlán, donde pasaba el ferrocarril a 400 metros de su casa, en esa época eran muy pobres pero a pesar de la vulnerabilidad, su abuela se dedicaba a darles tacos de frijol a los personas que intentaban subir al tren para seguir su camino a la unión Americana. Esta enseñanza le impactó positivamente y le inspiró para destinar el 25 por ciento de los recursos de sus empresas en acciones filantrópicas encaminadas a promover el deporte, el arte, así como a cuestiones de salud, en lo que va del año han apoyado a más de 14 personas con tratamientos y operaciones que les han permitido sobrevivir a diferentes tipos de cáncer.
Rojas Tirado tiene maestría en negocios mercantiles, sin embargo para responder a su vocación de defender a los sectores más vulnerables como los niños y las mujeres decidió estudiar la carrera de Derecho con maestría en Derecho Penal. Su abuela a pesar de no saber leer ni escribir lo forjó, y por medio del ejemplo le enseñó que hay que sufrir para merecer y cuando se logra tener algo esto se debe compartir con los que menos tienen.
Rojas es una persona creyente, recuerda que por años ha brindado su apoyo a niños con cáncer. Sin saber que él mismo padecía esta terrible enfermedad, sin embargo gracias a su fe y al trabajo de los médicos Dios le dio la oportunidad de seguir viviendo.
Tiene 24 años viviendo en Los Cabos, donde empezó a trabajar desde abajo como auditor en el sector hotelero, pero llegó al destino por invitación de su cuñado Honorio Ramos, destacado médico cirujano, esposo de su admirada hermana Adriana Rojas.
Alejandro dice que en el mundo existen algunos poblados con indicadores de mayor felicidad, Okinawa es uno de ellos y estudios indican que es gente que contribuye con su comunidad, lo que demuestra , que dar, te hace feliz.
Expresó que se ha comprobado que la capacidad para compartir, es el sello distintivo de longevidad, ya que el dar o ayudar a los demás propicia felicidad a los seres humanos. Rojas lo aprendió de su abuela, se lo inculca a sus hijos para conservar la esperanza de tener un mundo en el que se den milagros como la sanación de enfermos o de la multiplicación de los panes y peces.
