UN MILAGRO DE CORAZÓN
Con tan solo nueve meses de existencia Sebastián nos demuestran que los verdaderos guerreros, son los que se aferran a la vida y salen victoriosos, pese a tener todos los pronósticos en su contra
-Tómele por favor una foto, en el caballo de carreras, -Nos sugiere, en su hogar ubicado en la comunidad de San Pedro, municipio de La Paz, Patricia Guadalupe Zúñiga Higuera, madre de Sebastián, quien hace tan solo unos meses fue sometido a una operación para atenderle cinco cardiopatías, cirugía que inició a las siete de la mañana y salió de quirófano a las 10 de la noche de aquel memorable 26 de abril de 2018.
Recuerda que la intervención fue todo un éxito sin embargo como el niño tuvo sangrado, los médicos les informaron que la vida de Sebastián dependía de la reacción que presentara en las siguientes seis horas.
La joven mamá nos asegura que cada día que pasa, le agradece a Dios, a las Fundaciones : “Los Cabos Childrens Foundation” y “Abriendo Corazones” y principalmente a la doctora Lacayo y a todo el equipo del hospital Salvatierra tener a su pequeño hijo en casa, al lado de su esposo Omar de Jesús Murillo Verduzco y de sus hijos Hanna Naomi y Omar Emiliano, quienes permanecieron unidos y siempre tuvieron fe de que el pequeño resistiría la intervención quirúrgica.
La familia Murillo Zúñiga, por su espíritu solidario nos demuestra que aun en estos tiempos los milagros existen y no se diluyen en el exceso de tecnología o falta de sentido humano. El pequeño Sebastián y su familia nos demuestran que cuando se tiene fe y se lucha contra la adversidad es posible alcanzar lo que parece imposible.
Sebastián nació en septiembre del 2017 en el Hospital Salvatierra de La Paz, a las 22 horas de llegar al mundo, el pediatra Jesús Armijo y la cardióloga Ada Lila Lacayo por medio del tamiz que se le aplica a los recién nacidos se le detectaron varios problemas con su corazón. La adversidad motivó a sus padres a pedirle a Dios y a las autoridades apoyo, para que el infante pudiera recuperar su salud. Después de algunos estudios con aparatos de tecnología de punta, se determinó practicarle un cateterismo, para que tuviera la oportunidad de sobrevivir.
La madre recuerda que tuvieron días largos y oscuros, sin embargo, nunca perdieron la fe de que su hijo volvería a casa y que jugaría con sus hermanos, quienes sienten un gran amor por él. Sebastián retorno a su casa en octubre de ese año. La esperanza brillo con más intensidad cuando se le informó a los padres que su hijo podría ser operado por la Fundación Corazón de Niño, que durante años ha cambiado la vida de cientos de infantes sudcalifornianos, primero con médicos estadounidenses y actualmente con especialistas mexicanos.
La madre recuerda que la operación estaba programada para el 30 de abril del 2018, sin embargo, las condiciones en que se encontraba el pequeño contribuyeron a que la fecha se cambiara para el día 26. Ese día durante catorce horas, el equipo médico realizó los trabajos necesarios para poner a salvo al pequeño. Sin embargo pese a la ardua jornada, no podrían cantar victoria, porque la vida del pequeño dependía en que se detuvieran los sangrados… días después al fin pasó el peligro, Sebastián fue dado de alta. La madre le agradece a Dios que escuchara las oraciones de la familia y de todas las personas que oraron para que Sebastián resistiera a la operación.
“Le agradezco a todo el personal del hospital Juan María de Salvatierra, creo que nos brindaron una atención mejor, que, en un hospital particular, en especial a la doctora Lacayo, por su profesionalismo, pero sobre todo por su sentido humano…Cuando todos nos unimos en un fin se pueden lograr cosas que parecen imposibles”.
La madre del pequeño considera que es un milagro que su hijo este a su lado, cada día, cada momento, ella valora cada segundo de existencia y piensa que todos debíamos de valorar, que nuestros corazones puedan latir. Ella expresa que Sebastián es un guerrero, lo ha demostrado en sus nueve meses de vida…” a mi me gustaría que fuera médico, pero eso el tiempo lo dirá…” por lo pronto lo tengo a mi lado y doy gracias a Dios de todo corazón…Sobre el equino el pequeño que tal vez sea jinete como su padre, nos demuestra que las grandes batallas se ganan cuando las riendas se tienen firmes y se tiene un corazón que galopa con las alas de la esperanza.