EL PEQUEÑO CEMENTERIO, AMARGO RECUERDO DE GUERRERO NEGRO
Por Mayra Zamudio
Fue en 1970 cuando un barco japonés llegó a Guerrero Negro con el fin de comprar sal, nadie imaginó que traía muerte y tristeza a bordo, pues cuentan que uno de los marineros era portador de una rara enfermedad que atacó a muchos niños de aquella población, enlutando a por lo menos 40 familias en un corto periodo de tiempo.
Por temor a que se siguiera propagando la enfermedad, se tomó la decision de sepultar a los pequeños a 7 kilometros de distancia del pueblo, quedando el pequeño cementerio como un amargo recuerdo en la historia de Guerrero Negro.
Hay quienes comentan que las almas de estos pequeños niños aun se hacen presentes en el pueblo donde se les ha visto jugando o deambulando por las calles a ciertas horas de la noche.
Descansen en paz estos angelitos…