Conectan a San Javier BCS, con el mundo
Por Yvet Osuna
Luego de una gira de trabajo de reporteros por el municipio de Loreto, acudimos al místico sitio de San Javier, comunidad de casi 200 habitantes que crece a buen ritmo, gracias al encanto de sus riquezas históricas y naturales, pero también al impulso e inversión del gobierno municipal y estatal.
Hace dos meses se registró el hecho histórico de instalar en la población el servicio de internet y telefonía satelital, conexión al mundo que fue gestionada y estará a cargo del Gobierno del Estado de Baja California Sur y fue inaugurada oficialmente por el ejecutivo estatal, Carlos Mendoza Davis.
Este logro sin precedente ahora permite que la comunidad y el turismo nacional e internacional comparta en sus en vivo a través de las redes sociales las maravillas del lugar, como la Misión de San Francisco Javier, que data de 1699, así como de su manantial y de la primera huerta jesuita, en toda la antigua California, que fue la pionera en la siembra de parras del rey. En el lugar también luce imponente y frondoso, como fiel testigo del tiempo, el antiguo árbol de olivo sembrado hace más de 300 años.
Para nuestra fortuna tuvimos el respaldo de Álvaro Murillo Romero, Director de la Administración Portuaria Integral de Loreto, y de su colaborador Pedro Arévalos, quienes nos dieron las facilidades para el traslado a San Javier. Nuestras cámaras llegaron desde Loreto al poblado en aproximadamente en 40 minutos. La carretera está en perfectas condiciones, la entrada al pueblo te atrapa de inmediato, te reciben los árboles de mango y palmeras, sus colores, sus aguas de manantial, su limpieza… se denota el mantenimiento y atención que a este bello pueblo histórico le proporciona el IX Ayuntamiento de Loreto que preside la alcaldesa Arely Arce Peralta.
A la entrada del pueblo luce imponente la cruz del calvario desde ahí la mirada te engancha. En el pueblo platicamos con lugareños, Don Elpidio Martínez Delgado y su familia, quienes además de brindarnos café de talega, coyotas de cajeta y burritos de machaca, nos compartieron un sin número de historias de la misión que fue la segunda que establecieron los jesuitas en la península de Baja California en forma permanente, después de la primera que fue nuestra señora de Loreto, Conchó.
San Javier aun tiene los vestigios de nuestros antiguos pobladores, los nativos cochimís, que recibieron gustosos a la orden jesuita y ayudaron a construir la capilla que una vez terminada fue bendecida por el padre Juan María Salvatierra.
Don Elipidio quien es dueño de las parcelas donde se situó la primera huerta misional hace tres siglos, terrenos ubicados a poco metros de la parte trasera de la misión, nos comentó que para sembrar las parras de uva y olivos, los jesuitas tuvieron que justificar, en la corte española la siembra y traslado de nuevas plantas a Baja California, toda vez, que esto significaría el crecimiento económico de la región con estas novedades de frutos y legumbres, y es que los religiosos tenían que esperar el embarque de vino traído desde España al puerto de Veracruz y luego ser trasladado hasta las californias, era un largo camino para que este vino misional llegara para oficiar la santa misa.
Así llegaron hasta San Javier estos frutos, en todo lo que actualmente conocemos como Baja California, Sur y Norte, era la única y gran huerta que surtía de estos frutos, como la uva, guayaba, y legumbres como las lentejas, garbanzo y trigo, cabe destacar que de ese trigo se elaboró el primer pan en esta zona.
En este sitio el tiempo se detiene, los muros de piedra, las huertas, las montañas y el cielo azul, establecen una atmosfera en la cual a través de los años miles de personas han encontrado su historia y las maravillas que ahora están conectadas al mundo…
Es tiempo de que usted también visite San Javier…