EL PERIODISTA Y ASTROFÍSICO SUDCALIFORNIANO
CALIFORNIA EN LÍNEA
Por: Gamaliel Valle Hamburgo.
Hombre sencillo, trabajador, sensible y visionario, Benito Hamburgo Valenzuela se ganó el corazón y respeto de la comunidad paceña gracias a su trabajo y solidaridad con quienes conoció en su vida.
Nació el 21 de marzo de 1924 al sur de los Estados Unidos y sus antecedentes familiares se remontan a los inicios de la Primera Guerra Mundial cuando sus padres se vieron obligados a migrar de Austria a Nueva York y posteriormente a Hermosillo, Sonora.
Desde muy temprana edad Benito mostró su gran habilidad para el trabajo. Se enlistó en la marina mercante de Estados Unidos y muy joven empezó a trabajar de enfermero en un barco que viajaba de puerto en puerto alrededor del mundo en sus largas travesías conoció Hong Kong, Rumanía, España, Austria, Bélgica Suiza, Francia, Egipto y la india así como su natal Alemania y Austria. Años en los que aprendió diferentes idiomas entre ellos el inglés y el alemán y además aprovecho los días en altamar para estudiar física cuántica.
Cuando el barco regreso a los Estados Unidos y ancló en Los Ángeles, durante un largo periodo, Benito conoció a George Daniels quién sería su amigo hasta el momento de su muerte.
Al zarpar el barco, Benito se dirigía Japón donde el navío anclaría de forma permanente pero en el trayecto la embarcación se averió y llegaron a La Paz, Baja California Sur. Era noviembre de 1948, cuando llegaron los navegantes a reparar el barco. Benito tocó tierra sudcaliforniano y quedó maravillado recorrió todo el día el poblado, del Esterito hasta el Manglito. Conoció las playas del tesoro, pichilingue. Subió hasta el cerro de la calavera en donde contempló toda la belleza frente a sus ojos. Pasaron horas y cuando miro su reloj y se dio cuenta que en menos de 10 minutos el barco zarparía rumbo a Japón salió corriendo a toda velocidad pero cuando se acercó al puerto vio como el barco se alejaba en el horizonte. Quedo completamente solo, sin pertenencias y con lo que traía puesto en La Paz, así empezó su vida.
Benito tenía un anillo de oro el cual vendió para mantenerse. Su primer trabajo fue como zapatero en donde fabricaba y reparaba zapatos y sandalias de piel. Después fue carpintero y conoció a María con quien se casó y procreó seis hijos. Lamentablemente la carpintería se incendió y lo perdió todo; gracias a su personalidad y diversos trabajos cultivo muchas amistades entre las que se encontraban personalidades de la política del estado lo que le ayudó a incorporarse al sector público fue director de obras públicas, al mismo tiempo que era periodista de La Voz del sur.
En 1965 viajó a Los Ángeles, a visitar a su amigo ahí conoció a Wernher Von Braun quien después de una larga charla coincidieron en sus temas de interés, tiempo después y tras intercambiarse cartas, él le pidió trabajar para él, tenía que observar la luna desde La Paz pues gracias a su ubicación y poca población podía verse mejor; cada mes le mandaría un informe que le ayudaría al proyecto de lanzamiento del Apollo 11.
Tiempo después tuvieron una reunión en la que estaba Michael Collins quien bajo su petición lo invitarían al observatorio de Monte Palomar, ahí le obsequiaron un telescopio de alto alcance y a su regreso a México compró un rancho para cumplir con las tareas solicitadas, noche tras noche observó la luna y envió reportes, este trabajo en apoyo a la NASA le abrió las puertas de distintas instituciones tanto de México como del extranjero.
Comenzó a trabajar en la preparatoria Morelos donde impartió clases de física, incorporó a sus alumnos en las prácticas de información para la NASA.
Durante este periodo hizo amistad con Don Ángel César Mendoza Arámburo a quien le tuvo un especial afecto siempre creyó que su amigo Ángel sería gobernador algún día y tuvo la suerte de verlo convertirse en el primer gobernador constitucional de Baja California Sur.
Durante años continuó la comunicación con Wernher a quien le envió cartas con hipótesis, cálculos y trazos para el proyecto de Apolo 11 y fue así que el 10 de julio recibió una llamada agradeciendo su contribución en el lanzamiento del Apollo 11, estas fueron fueron sus últimas aportaciones a las expediciones de la luna.
En el año de 1975 el periodista Mike Culbert hizo un viaje de New York a La Paz a realizar un reportaje con la historia de Benito, quien lamentablemente murió el 5 de diciembre de 1979.
Benito fue una gran persona que llegó con las manos vacías y se quedo en La Paz para siempre, Wernher Von Braun siempre reconoció su talento, capacidad e inteligencia, así como sus amigos más cercanos; hasta el último momento de su vida. Sin duda un sudcalifonoano de corazón que amó esta tierra y amó el manto estrellado que lo cubre.