EL PERRO OFICIO
EL MURO EN LÍNEA
Por Dante Jabor
Hoy, como cada año desde 1961, el 7 de junio se celebra el Día de la Libertad de Prensa.
En Baja California Sur hay libertad de prensa; los límites se los pone cada quien, cada medio, cada dueño o trabajador de la información.
Y así como hay trabajadores de la información comprometidos, –que son los menos–, por desgracia, hay un gran número de mercaderes de esta noble profesión a la que han prostituido y creado mala fama.
Es elevado el número de reporteros, redactores, fotógrafos, camarógrafos, sin contar los directores, jefes de información o de redacción y los “feisbuqueros”…tal cantidad para una entidad como Baja California Sur, una exageración.
Los medios electrónicos, que si bien son una gran herramienta, han sido la oportunidad para que cualquiera que se aventure, se erija como el dueño de la verdad y despotrica, mal informa contra cualquiera; con esta herramienta, por arte de magia, se convierte en el adalid de las “causas nobles y defensor de los desvalidos”.
También hay quienes se arman de una libreta, grabadora, cámara o abren una cuenta de “face” y así de golpe y porrazo, se transforman en “periodistas”. No hay héroe sin uniforme, así que para completar el cuadro se mandan hacer un chaleco y le pintan unas letrotas de PRENSA a su vehículo.
Hay en Baja California Sur, profesionales de la información ejemplares que normalmente son ignorados en los festejos, en los reconocimientos que se entregan más con la víscera que con base en merecimientos…
Se ha llegado al extremo de “premiar” a personajes oscuros que por esas cosas de la vida son elevados al rango de semidioses…hasta el propio Congreso del Estado, ha sido comparsa de esos vergonzantes “reconocimientos”.
Baja California Sur vive una realidad muy distinta a otras entidades y a otros países, y es lejano el escenario de situaciones lamentables, como agresiones, intimidaciones o peor aún, casos de asesinatos derivados de un profesional ejercicio del periodismo.
Aquí, lo único que corre el riesgo de morir es el periodismo… a manos de comerciantes y oportunistas que han hecho de esta profesión su modus vivendi.
Con mala estrella
A partir de 1952 se institucionaliza el día 7 de junio como el Día de la Libertad de Prensa.
Sin embargo, el 7 de junio de 1951 se da por primera vez un encuentro en el que directores, editores y gerentes de medios nacionales y locales para reconocer al entonces presidente de la República, Miguel Alemán Valdés, hacer posible el ejercicio de la libertad de prensa.
Desde entonces, nació lo que se considera una relación “insana” entre medios de comunicación y gobernantes. Se repite año con año, pero hoy, los festejos distan mucho de aquéllas ostentosas comilonas en las que se servían exóticas comidas y finos vinos.
Citamos aquí fragmentos de los discursos que se dieron en esa fecha memorable -1952-, que se instituye el Día de la Libertad de Prensa.
Rodrigo de Llano, director de Excélsior señalaba: “Un hecho de singularidad extraordinaria, sin precedente en los anales de la política y el periodismo nacionales, nos congrega hoy a los directores y gerentes de la casi totalidad de los periódicos de la República, para ofrecer a Usted, señor presidente, el testimonio de nuestro reconocimiento por el respeto que, en sus funcionales oficiales, ha manifestado hacia el fundamental principio de la libertad de imprenta, y por la cooperación que en todo tiempo ha prestado su gobierno para que, en momentos de escasez, no careciésemos de las materias primas que necesariamente importamos del extranjero” (*).
Ignacio Lomelí Jáuregui de la cadena García Valseca: “Somos testigos, señor presidente, de que en el gobierno que Usted preside con las mejores características de la civilidad, la libertad de prensa se ha extendido y consolidado. Cuando la meta del gobierno, servir al pueblo, coincide con la de prensa; cuando prensa y Gobierno velan por la dignidad de la nación, ocurren actos como el presente. Pocas veces se ofrecerá, con la diáfana claridad de hoy esta afirmación rotunda: Gobierno y prensa cumplen la aspiración común de servir a México” (*).
A nombre de Hoy, un medio que se había distinguido por ser crítico, habló Rafael Lebrija: “No es este un acto de protocolaria cortesía en el que la prensa olvide la fidelidad de su misión para rendir vasallaje al gobernante. En virtud de su propia convicción de combatiente, de heraldo de las angustias y alegrías de la nación, señala hoy el hecho innegable de la libertad irrestricta que la prensa disfruta en nuestra patria, y que distingue al hombre que, al cumplir fielmente con los mandatos de la ley, ha sabido convertirse en un centinela que mantiene viva la tea luminosa de la libre expresión del pensamiento que arde sobre todos los caminos de la República” (*).
Como puede apreciarse, en realidad, poco ha cambiado la forma de llevar a cabo esta celebración, en la que más que festejar, se convierte en una ocasión propicia para el intercambio de halagos y en donde se destacan las virtudes y sensibilidad de la clase gobernante por “ser respetuosos y permitir el ejercicio de la libertad de prensa”.
Qué bueno que se celebra la Libertad de Prensa, lo malo es que el festejo nació… y sigue… con mala estrella.
Que es un periodista
Se define como periodista a aquélla persona que se dedica profesionalmente al periodismo a través de cualquier medio, ya sea prensa escrita, radio, televisión y/o medios digitales.
La labor del periodista está asociada con la investigación de noticias o problemáticas de interés público y actualidad a través de diversas fuentes verificables para su difusión.
La figura del periodista es amplia y, de acuerdo con su medio de desempeño, puede ocupar el rol de reportero, editor, redactor, fotógrafo, diseñador, técnico y otros (**).
Pero ser periodista es algo más-eso no lo dicen los libros- que trabajar en algún medio, o tener un espacio en las redes sociales.
Ser periodistas es una profesión que requiere de mucha vocación, de sacrificio, de trabajo, de preparación, sin perder de vista la búsqueda de la verdad como objetivo único.
El título de periodista se gana.
La preparación académica es importante sí, y mucho, pero no basta traer un título bajo el brazo, se requiere algo más, vocación, pasión, compromiso y amar a este llamado el perro oficio.
Sólo se puede acceder a ser periodista después de andar un buen trecho de camino y de un comportamiento ejemplar.
La tecnología indudablemente ha cambiado las formas de acceder a los medios y hoy es muchísimo más fácil desempeñarse o contar con un medio de comunicación.
Periodistas pueden llamarse muchos; la realidad es que sólo hay unos cuantos que merecen ese título.
Y a propósito del periodismo, recordemos aquí algunas frases del famoso escritor y periodista Gabriel García Márquez:
“La ética debe acompañar siempre al periodismo, como el zumbido al moscardón”.
“Los periodistas se han extraviado en el laberinto de una tecnología disparada sin control hacia el futuro”.
“Actualmente las salas de redacción son laboratorios asépticos para navegantes solitarios, donde parece más fácil comunicarse con los fenómenos siderales que con el corazón de los lectores”.
“Aunque se sufra como un perro, no hay mejor oficio que el periodismo”.
*)Prensa Vendida, Rafael Rodríguez Castañeda
