SERA?
Dudas…muchas dudas es lo que más ha destacado en las campañas de dos de los principales contendientes a la “grande” en el estado.
Por: Franco Veliz.
Carlos Mendoza Davis y Ricardo Barroso Agramont se han encargado de avivar un fuego que no presagia nada bueno para los sudcalifornianos.
En grabaciones filtradas, se da a conocer que, aparentemente, Carlos Mendoza el abanderado del PAN, recibe financiamiento del Nuevo Cártel de Michoacán, mientras que Ricardo Barroso, el candidato del PRI en un lapsus mental, –o en una confesión pública?–, dijo que el crimen organizado lo respalda.
Ambos eventos, han sido la cereza del pastel en una campaña por ganar la “confianza” ciudadana. Una campaña que más allá de propuestas serias se ha distinguido por la mutua acusación, por una feroz guerra mediática y sucia, protagonizada por plumas de diversos calibres contratadas para tal fin.
Si antes había dudas, hoy…a quién irle? si los dos contendientes han sido protagonistas de hechos bochornosos que de ser ciertos, dejarían el destino del estado en manos del crimen organizado.
La sana competencia bajo la cual se debiera haber desarrollado la campaña política, quedó en el olvido para enseñar un rostro que a nadie gusta, porque abriría la puerta a nuevos grupos mafiosos, y con ello se recrudecería el clima de inseguridad que de por sí, ya nos agobia a los sudcalifornianos.
Las dudas son muchas y no hay respuestas claras…merecemos entrar a la dinámica de otras entidades de la República en donde el narco manda?, seguro, no.
Hay mucho que los candidatos deben explicarle a los ciudadanos, porque callar y echar culpas a terceros es una salida fácil que acerca a la verdad lo que se dice de ellos.
En Baja California Sur… de verdad tenemos candidatos del narco?, eso sólo lo pueden aclarar los propios candidatos, y sus acciones.
Quitar el sello que liga a sus campañas con el crimen organizado será difícil. La honorabilidad, la probidad hoy cuestionada, seguramente tendrá una respuesta en las urnas.
La duda sembrada por ellos mismos, florece con el silencio y la repartición de culpas…
Votar o no votar por ellos, ahí está el dilema.
